jueves, 14 de agosto de 2014

Adiós, Capitán, mi Capitán


Hay personas que nacen, viven y se van de este mundo y parece que nunca alguien notó su presencia y tampoco los demás notan su partida. Hay otros, que cosechan una existencia repleta de errores, conflictos y, aún así, el día en que mueren, parece que todos sus pecados han sido olvidados y que quienes alguna vez le conocieron, agradecen al destino por haberlos conocido.

Cuando entramos en contacto con la muerte (sea porque alguien cercano o lejano ha muerto), paradójicamente nos replantemos muchas ideas sobre la vida. Y es que la vida es extraña, maravillosa, difícil, incomprensible e impresionante. A veces, lo que crees que pasará, nunca sucede; y lo que no esperas, llega a tu puerta. Quien tiene todas las posibilidades de éxito aseguradas, parece tropezarse constantemente con la desgracia; quien debería ser extraordinariamente feliz, en realidad no lo es; y quien no lo espera, tiene a la suerte tocando a su puerta.

Así es la vida: inusual.  Y complicada, porque hay que tomar múltiples decisiones, y quizás, algunas de las más importantes (aparte de decidir en dónde comprar una cosa; escoger con quien casarse o decidir cuántos hijos tener) es decidir si haremos todo lo posible por ser felices y si nos comprometeremos en hacer felices a los demás. En este sentido, si tuviéramos que medir el valor de la vida de una persona tomando como medida qué tan feliz hizo a otros, hay personas que, sin duda, han tenido vidas excepcionales.

Robin Williams, el genial actor que hizo reír y llorar a millones con sus enternecedores y memorables personajes, es una de esas personas que, quizás sin imaginárselo, ha tenido una vida excepcionalmente productiva porque cada una de sus intrepretaciones hizo que millones de personas alrededor del mundo olvidaran sus problemas, rieran hasta que la lágrima se les aflojara y se escaparon de la realidad,

Lastimosamente, parece ser que Williams no era tan feliz como parecía serlo en la pantalla. No era tan feliz como nos hizo ser cada vez que veíamos sus películas. He visto muchas de ellas, y puedo decir que siempre me pareció un tipo adorable, graciosísimo...pero también me parecía que sus papeles tenían una veta de dolor: fue el padre que se vistió como abuelita para estar cerca de sus hijos y, aún a pesar de eso, no pudo reunificar a su familia; fue el robot que deseaba con todos sus fuerzas ser humano, y que lo logró hasta que su existencia llegaba a su final; fue el locutor de una radio militar que, al salir de la cabina de radio, más de alguna vez vivió el horror de la guerra de Vietnam; fue el hombre que llegó al cielo, para reencontrarse con sus hijos y para buscar a su esposa suicida...fue el indigente, el chico perdido pero adorable, el doctor que curaba con la risa, pero que lloró cuando su novia fue asesinada; el maestro que insufló pasión en un grupo de jóvenes, pero que tuvo que dejar su trabajo tras el suicidio de uno de los chicos: todas son historias de extrema pasión, y a la vez, de sufrimiento, muerte y desarraigo.






Quizás, de alguna forma, Robin Williams se parecía a sus personajes más de lo que pudiéramos imaginar. Me atrevería a decir (sin conocerlo) que me parecía una buena persona, quizás demasiado sensible, y que entiendo su decisión, aunque no la comparto. Tampoco lo juzgo, porque solo cada uno sabe los demonios que lleva consigo.

Hoy, como muchos otros millones de personas que alrededor del mundo han rendido su tributo a Robin Williams, quiero hacer lo mismo recordando a uno de los actores que más nos hizo reír y que más recordáremos. Por eso, he hecho una pequeña compilación de:

* Las mejores frases célebres de Robin Williams
* Los tributos que los fans de Robin Williams, han hecho en diferentes lugares claves en los que se rodaron escenas de sus películas.
* Una reseña del Times, sobre la famosa serie Mork and Mindy
* El discurso de Robin Williams, cuando aceptó el Oscar a mejor actor de reparto
* Los momentos más graciosos que protagonizó
* Tributo de Zelda, la hija de Robin Williams. Así como una recopilación de sus mejores interpretaciones y de fotografías de toda su vida.
* Y, ¿adivinen qué?: ¡Robin Williams fue el primer cheerleader de los Broncos de Denver!
* Legado visual de Robin Williams, en Instagram
* 8 cosas que no sabías de Robin Williams

Adiós, Capitán, mi Capitán. Gracias por hacernos sonreír y reír a carcajadas.



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