A muchos nos pasa: nos encanta ver cómo otros tienen casas preciosamente decoradas, pero las nuestras son un desastre. Y es que, admítanoslo: a algunos nos da flojera ponernos a arreglar el desorden porque, además de que requiere gran inventiva, es una labor que consume mucho tiempo, energía y, a veces, también requiere de la inversión en artículos que nos faciliten la vida y nos permitan almacenar de manera más fácil.
Sin embargo, invertir tiempo, sacrificio y recursos en poner bonita la casa es totalmente redituable y liberador (Ya lo decían por allí: “el dinero mejor invertido es aquel que ha servido para disfrutar de estar en casa”).
El día de ayer, precisamente, mis papás ordenaron una pequeña zona de nuestra casa. Estaba llena de cachivaches viejos, de artículos de ferretería, de papeles inservibles y de otra serie de cosas que no nos servían para nada y que habíamos apilado durante aos, en una esquina de la casa.
La tarea les llevó prácticamente todo el día y puso al descubierto otras tareas monumentales que requirieron de más tiempo: por ejemplo, mi papá se dio cuenta que había almacenado más de 100 DVD´s en sus carcasas, lo cual consumía mucho espacio, así que decidimos sacarlos de sus carcasas, botarlas y, después, rotular cada uno y clasificarlo.
La verdad es que ellos me motivaron mucho, y ayer mismo dediqué varias horas a ordenar mi ropa, a sacar lo que no me pongo, a limpiar mi pequeña biblioteca…y con esta “campaña” de limpieza y orden, surgió algo maravilloso: me di cuenta que he guardado libros que jamás volvería a leer en mi vida porque son malísimos, porque tengo varios ejemplares del mismo libro o porque no son el tipo de lectura que a mí me gusten, así que decidí donar algunos a la biblioteca de la universidad en la que trabajo y otros, los repartí entre mis padres y mi hermano. También descubrí que tenía algunas prendas de ropa que no usaba, así que igualmente hice cambalache con ellas.
Como dice Gretchen Rubin, en su libro “Objetivo: Felicidad”, ningún libro de autoayuda o sobre cómo disfrutar de la vida, le dice a uno que la clave sea ordenar la casa, pero la voz popular apunta a que ordenar la casa sí te trae felicidad. Y yo diría que también te hace sentir orgulloso, en control de tu vida, satisfecho y, sí, también feliz. Ah, y otro beneficio extra es que encuentras cosas que no sabías que tenías, encuentras las que durante siglos habías buscado y te das cuenta de que no tienes porqué correr al centro comercial a comprar aquello que tanto necesitabas…¡porque ya lo tienes en casa, y no un artículo, sino varios pares!
Y para motivarlos a ustedes también a poner bonita su casa, los invito a ver estos interesantes videos que nos ofrecen ideas prácticas para organizar, ordenar y clasificar todo lo que tenemos en casa. ¡Que los disfruten!
https://www.youtube.com/watch?v=2eNMi0G71Xk&list=PLBC0691AE1D326C7D
No hay comentarios:
Publicar un comentario