viernes, 8 de marzo de 2013
Resoluciones prácticas...
Sí, ahorita quisiera poder decir que he sido ahorrativa. Que mi cerdito con monedas y billetes está bastante llenito y que he cumplido con mis objetivos financieros. Quisiera poder decir eso, pero no puedo. Hace algún tiempo me puse una meta financiera, que en los últimos meses yo misma he boicoteado, a tal punto que he mandado al demonio todo un año de ahorro. ¿Qué sucedió conmigo?¿Qué me pasó? Simple: Caí ante el afán de comprar, de usar cosas bonitas (que no podía costear y no concordaban con mis objetivos) y de comprar, de tener aunque no lo necesitara, al más puro estilo de la tonta que protagoniza el libro y película "Loca por las compras" (por cierto, ahora que analizo mi situación me doy cuenta que ese libro no alienta a dejar de comprar).
Ahora quiero ser frugal. Debo ser frugal, y es por ello que he tomado algunas resoluciones:
1. No gastaré en productos de belleza. Ya tengo suficientes, no necesito más.
2. No compraré libros. Tengo un kindle con más de 1,500 libros (todos los he conseguido gratis), además de que tengo una biblioteca entera a mi disposición (la biblioteca de la universidad para la que trabajo. No necesito libros de cocina, si quiero una receta la buscaré en el diario o en Internet.
3. No pensaré que soy potentada. El dinero no se bota, no se regala, no se gasta en cosas inútiles, que llenan la casa, que ocupan espacio y que se ocupan de vez en cuando.
4. No compraré más DVD´s. Actualmente tengo más de diez películas que no he visto. Hasta que las haya visto todas (y haya pasado este mes) podré volver a comprar una o dos...pero no comprar quince de un solo.
5. Por el momento, no me inscribiré en más cursos de cocina ni de manejo. Ya puedo manejar, así que trataré de practicar en el carro de mi papá. Los cursos son demasiado caros, así que descansaré por varios meses hasta tomar el próximo.
6. Llevaré al trabajo mi propio agua y no compraré café a menos que me esté congelando del frío, o muriendo del sueño.
7. No visitaré las rebajas...impulsan a comprar, y eso es lo que no quiero hacer.
8. No pediré comida a domicilio, y no comeré fuera.
9. Anotaré diariamente mis gastos.
10. Estoy por recibir una pequeña cantidad de dinero en concepto de devolución. Al recibir el dinero, no interpretaré esto como una señal divina de que ese dinero es para que lo gaste inmediatamente. En lugar de eso, lo ahorraré.
11. No compraré más utensilios y material para bisutería. Me encanta hacer collares, así que cada vez que entro a una tienda de bisutería me vuelvo loca. Pero ya no más delirios de potentada. Eso se acabó.
12. Nunca, jamás, jamás de los jamás, por ningún motivo volveré a tomar dinero de mis ahorros, con la tonta excusa de "más tarde lo repondré". Llega un momento en que se gasta tanto, que hay que volver a ahorrar, ya no se puede reponer.
Bien, ahora debo ser más mesurada y recordar que el dinero debe darnos libertad, no esclavizarnos.
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