La película (al igual que el libro) trato sobre los amores prohibidos entre un joven sacerdote de provincia (el Padre Amaro) y una feligrés que devotamente se enamora de él, todo lo cual concluye en un desenlace trágico. Hipocresía, inmoralidad, abuso de la fe cristiana para colmar los propios placeres, tergiversación de los preceptos bíblicos, imposibilidad de cumplir con el celibato...esos son los principales temas de esta cinta que se estrenó el año 2002, adaptada de la novela homónima del escritor portugués Eça de Queirós, escrita en 1875.
Según la "sapientísima" Wikipedia:
Antes de su exhibición pública en México se desató una controversia debido a que grupos católicos intentaron prohibir la película. El gobierno del presidente Vicente Fox, a cargo de su entonces Secretario de Gobernación, Santiago Creel, exhibió privadamente la película ante personalidades religiosas, ya que el Instituto Mexicano del Cine IMCINE produjo en parte la película. Aunque el grupo derechista ProVida intentó demandar al gobierno para prohibir su exhibición, esta película se convirtió en la más taquillera del cine de México, sobrepasando a Sexo, pudor y lágrimas (1999). La cinta producida por menos de dos millones de dólares recaudó más de cinco millones sólo en Estados Unidos y más de 22 millones en todo el mundo . El crimen del padre Amaro rompió la marca de películas mexicanas en las taquillas de Estados Unidos anteriormente de Y tu mamá también (2001), ambas protagonizadas por Gael García Bernal.
La película, sin lugar a dudas, es impactante y muy bien lograda (no en balde fue nominada a un Premio Oscar de la Academia), pero lo es mucho más impactante el libro "El crimen del Padre Amaro" en el que se basa dicha película. El libro fue publicado en 1875 y, como es de suponerse, generó muchísima polémica, además de que me atrevería a decir que debe haber sido un libro adelantado a su tiempo, ya que además de abordar un tema que aún hasta el día de hoy no es discutido ampliamente y de manera abierta, "El crimen del Padre Amaro" es la primera novela portuguesa correspondiente al movimiento realista.
De este libro se han quedado imborrables en mi memoria, varias escenas que no dejan de hacerlo pensar a uno sobre los falsos pastores de almas. Por ejemplo, en la novela, la promesa del infierno y de calamidades ganadas por una vida pecaminosa es suficiente por condenar a una vida dedicada a los santos, a la Iglesia y a la autoflagelación emocional, en un intento vano por estar a la altura de un Dios que más es mostrado como vengativo y rencoroso, que como tierno y comprensivo.
La compra de misas (dinero que es invertido por el Padre Amaro para darse grandes banquetes); la vida licenciosa de sacerdotes que son capaces de hundir en la miseria a aquellos que no comparten sus creencias, que son capaces de mentir y de abusar de su poder y autoridad....esas imágenes, aunadas con el retrato vivo que se nos hace de las beatas que interpretan la Biblia de manera literal y escrupulosa son escenas más que significativas que nos hace replantear la forma en que adoramos a Dios y si la adoración fanática no será, en sí misma, originadora de más pecados que bendiciones.
De esta novela, que me ha gustado de manera muy especial, extraigo los siguientes fragmentos, para así animarlos a que la lean y reflexionen:
(los novicios, en el seminario) con los ojos en blanco, palidecían de éxtasis; incluso el recreo o los paseos se los pasaban leyendo algún librito de Louvores a María; y cumplían encantados las más pequeñas normas, incluso la de subir solo un escalón cada vez (...) todos (...) querían dejar la estrechez del seminario para comer bien, ganar dinero y conocer mujeres.
(El Padre Amaro ) olvidaba la santidad de la Virgen, solo veía ante sí a una hermosa muchacha rubia, la amaba, suspiraba, al desnudarse la miraba de reojo lúbricamente; y su curiosidad hasta se atrevía a levantar los castos pliegues de la túnica azul de la imagen y suponer formas, redondeces, la carne blanco...
(Ante los temores de Amélia de ser descubierta su relación , palabras dichas por el Padre Amaro)...Dios está con nosotros, hija, está claro. No intentemos entrometernos en sus planes. Él ve más lejos que nosotros.
Amaro no le consentía (a Amelia) intereses, curiosidades ajenas a su perona. Hasta le prohibía que leyera novelas y poesías. ¿Para qué se iba a hacer sabihonda?¿Qué le importaba lo que pasaba en el mundo? Un día que ella había hablado con alguna ilusión de un baile que iban a dar los Via -Clara, se ofendió como si fuese una tración. Le hizo (...) unas acusaciones tremendas: era una vandiosa, una perdida, ¡una hija de Satanás!...
- ¡Pues te mato! ¿Entiendes? ¡Te mato!
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