Cuando lo vi, mi corazón se encogió. Y es que al medir 1.60 y proceder de una familia en el que nadie pasa del 1.70 de estatura, mi corazón no podía dejar de ser conquistado por la tierna criaturitura que protogonizó el reportaje "El cachorro más pequeño en todo el mundo"
, publicado en uno de los sitios web que sigo a diario.
Y es que, si hablamos de pequeñez y ternura en un mismo paquete, este peludo pequeñito, sin duda, se lleva las palmas:
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