1. Primero, debes escoger un establecimiento en donde estés 100% seguro de que se aplican todas las medidas sanitarias necesarias.
2. Debes estar seguro del diseño que te tatuarás. Debe ser algo que, a pesar de que pase el tiempo y tus gustos cambien, siempre sea de tu agrado.
3. No hay que tatuarse algo de lo que uno después se va a arrepentir (el nombre del novio o del esposo, para años después "tronar", divorciarse o separarse; un símbolo con el que más tarde no te identificas, etc.).
4. Debes cerciorarte de que el lugar en que te tatuarás es el indicado.
5. Los tatuajes deben ser acordes a tu estilo de vida.
6. Debes buscar un tatuador cuya experticia sea tal que deje tu tatuaje tal y como lo imaginas.
Bueno, pero, ¿por qué estoy hablando de tatuajes? Porque encontré una noticia en Internet sobre una chica belga de 18 años que está demandando a su tatuador por tatuarle 56 estrellas en uno de los lados de su rostro.
La chica aduce que solo quería tres estrellas (al lado de uno de sus ojos) y que en un momento de la sesión se durmió (váis a creer eso) y que al despertar se dio cuenta de la terrible equivocación.
Por su parte, el tatuador asegura que no hay ninguna confusión, que entendió perfectamente los deseos de su cliente y que obró de acuerdo a lo que ella pidió.
Sea como sea, la chica ahora pide una indemnización. Independiente de quien tenga la razón, es importantísimo estar seguros de los tatuajes que deseamos plasmar en nuestra piel. Ojo, que no es que esté en contra de los tatuajes. Solamente pienso que requiere de una meticulosa planificación para que el resultado sea el deseado y la opción por tatuarse no se convierta, en el futuro, en una decisión de la cual arrepentirse.
Esta es la chica belga que demanda a su tatuador por plasmar en su rostro 56 estrellas, en lugar de tres como ella aduce haber expresado antes de someterse a la sesión de tatuaje
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