Hay días que parecen grises e iguales a otros cientos de días por los que nuestra vida se ha ido arrastrando...pero un detalle diferente o una experiencia única pueden hacer que un día desabrido cambie completamente.
Hoy, por ejemplo, compré un delicioso (y líndisimo) cupcake que, sin duda, iluminó mi día e hizo que antes de hincarle el diente me viera obligada a tomarle estas fotografías:
¡No hay como un cupcake bonito para iluminar el día!
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