Objetivo: Felicidad

¡Hola a todos! Este día comienzo una nueva sección titulada "Objetivo: Felicidad" en la que postearé pensamientos, fragmentos y reflexiones sobre el libro con el mismo nombre, escrito por Gretchen Rubin.

Hace algunos meses encontré este libro (por cierto, lo compré en rebaja :) y su lectura me pareció de lo más interesante. Si bien es cierto no es un libro novelesco y muchas de sus temáticas son conocidas por la mayoría, este libro tiene algo especial: Nos recuerda que la felicidad está en los placeres extraños y en los cotidianos, que la familia es lo más importante y que el dinero es útil para ser feliz, pero que no es lo más importante ni es indispensable para lograr dicha felicidad.

Sé que no soy la mejor persona para dar cátedra sobre ser feliz (me automartirizo, me culpo, soy perfeccionista,etc.,etc.,etc.), así que no diré que tengo la "fórmula de la felicidad" sino que, al contrario, en esta nueva sección compartiré con ustedes algunas frases y reflexiones extraídas del libro antes mencionados.

Y bueno, para empezar con pie derecho, a continuación los dejo con algunos fragmentos y frases célebres que encontrarás en este interesante libro:

Frases célebres:

• "No hay deber que descuidemos tanto como deber de ser felices". Robert Louis Stevenson.
• "La mala conciencia es como tener un pelo en la boca". Mark Twain.

Fragmentos del libro que me parecen interesantísimos:

• (...) si actúas como si tuvieras más energía acabas teniendo más energía.
• La falta de luz es una de las razones por la que nos sentimos cansados, e incluso exponernos durante cinco minutos a la luz del sol estimula la producción de serotonian y dopamina, las sustancias químicas que suben el ánimo.
• No hay dinero mejor gastado que el que sirve para estar a gusto en casa.
• Un aspecto importante de la felicidad es controlar tu estado de ánimo. Los estudios revelan que la mejor manera de subirte el ánimo es conseguir un éxito fácil, ocupándote por ejemplo de una tarea que has estado posponiendo desde hace mucho.
• Si haces las cosas por los demás, acabas queriendo que te lo reconozcan, agradezcan y feliciten por ello. En cambio, si lo haces por ti, no esperas que los demás reaccionen de una forma determinada.