Qué encantador sería que cada día hubiera más niños jugando con muñecos de trapo, así como padres devotos de los juguetes artesanales, las muñecas con pelo de lana y cuerpo blandito. No digo que los juguetes prefabricados o de plástico no sean bonitos, lo que sucede es que el toque humano que tienen los juguetes artesanales no tiene precio, además de que retoman la idea esencial del juego: Divertirse, pasárselo bien y aprender, dejando a un lado la noción del juguete como un objeto que indica el estatus económico de los padres y las tendencias comerciales del momento.
Es en el universo de los juguetes artesanales que encontramos espacio para las muñecas gorditas, que no tienen grandes caderas y no son el estereótipo de la mujer fatal; para los juguetes que nos recuerdan a esos tiempos en que a las niñas de siete años no se les asomaba por la cabeza la idea de rebajar de peso, los niños todavía jugaban con cubos de madera y los juguetes artesanales eran amados y usados con orgullo.
Juguetes así, elaborados con el corazón y las manos, es lo que ofrece "Blablakids", tienda on line de la cual a continuación les ofrezco una pequeña muestra de sus productos:
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